El presidente de Rusia, Vladimir Putin, reiteró este jueves que la crisis en Ucrania no fue causada por Moscú, tal c omo otros países quieren hacer entender. Sin embargo, explicó que la presencia de numerosos ciudadanos rusos lo obligan a “replantear sus relaciones” con la nación vecina y afrontar las consecuencias de un conflicto, a su juicio, financiado desde Estados Unidos.
Tras un encuentro que sostuvo con el Consejo de Seguridad ruso, el Mandatario afirmó que aunque ha querido mantenerse alejado del conflicto, por tratarse de una crisis interna, se ha visto involucrado “por desgracia” en la cuestión “de una manera u otra”.
En ese sentido, aseguró que su Gobierno, hasta el momento, no ha violado ninguna ley internacional, una acusación que desvió hacia Washington, desde donde han financiado a los grupos radicales y al actual Gobierno de facto.
Asimismo, aseveró que Moscú ha contestado a las llamados de ayuda de personas de etnia rusa en Crimea (sureste de Ucrania), quienes creen que el establecimiento de un gobierno prooccidental en Ucrania constituiría una amenaza para la sociedad.
La crisis en Kiev ha tensado las relaciones ruso-estadounidenses, especialmente en el estatus de la República Autónoma de Crimea, región que se unificaría a Rusia si sus ciudadanos votan a favor de esa integración en un referendo popular el próximo 16 de marzo.
Por un lado, Putin invita a “pensar juntos cómo debemos construir relaciones con nuestros socios y amigos en Ucrania, y con nuestros socios en Europa y Estados Unidos”.
En tanto, los países del G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) exigen a Rusia que abandone las tesis de ”facilitar” la reunificación con Crimea y acepte un diálogo directo con el Gobierno de facto, porque de lo contrario será objeto de “severas sanciones”.
El Consejo de Seguridad ruso está integrado por Putin, el primer ministro, Dmitri Medvédev; los ministros de Defensa, Interior y Asuntos Exteriores; y los titulares de las dos cámaras del Parlamento, entre otros funcionarios.
Crimea formaba parte de Rusia hasta el año 1954, cuando el entonces dirigente de la Unión Soviética, Nikita Kruschev, se la concedió a Ucrania.