Una comisión encabezada por el vicecanciller de Bolivia, Juan Carlos Alurralde, constató el nivel de contaminación y daño ambiental que ocasionó la petrolera estadounidense Chevron (anteriormente llamada Texaco) en la Amazonia ecuatoriana.
La delegación conformada por investigadores, catedráticos y políticos procedentes de España, Brasil, Bolivia, México y Ecuador, acudió al pozo Aguarico 4, ubicado en la provincia de Sucumbíos (noroeste).
En esta zona, la trasnacional petrolera operó desde 1974 hasta 1986 causando graves afectaciones y contaminación producto de los irresponsables procedimientos de la compañía durante su presencia en Sucumbíos.
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La situación fue constatada por los visitantes, quienes acudieron al lugar como parte del taller “Políticas Públicas frente a las Transnacionales” que inició en Quito la semana pasada donde esta comisión debate sobre las definiciones y avances de la política pública frente a las transnacionales en Ecuador y Bolivia, en el marco de la actual coyuntura de la región.
Una opinión que coincide con la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, quien también visitó el pozo sobre el cual dijo: “palpar la contaminación de la selva personalmente remueve las conciencias más incrédula”.