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Habitantes de la paradisiaca laguna de La Restinga, que divide al Estado Nueva Esparta (oriente), en dos islas unidas por la claridad de sus aguas, dedican su tiempo a desarrollar una conciencia ecoturística para preservar el medioambiente.
Hace más de cinco décadas que los habitantes de comunidades cercanas a la laguna de La Restinga, situada en la isla de Margarita, estado Nueva Esparta (oriente venezolano), se dedican activamente a aportar en la conservación del ecosistema y así impulsar valores sociales para explotar el turismos sano del reservorio natural.
Pedro Vásquez, uno de los líderes sociales de La Restinga, vive cerca de la laguna desde que era un niño. Allí, surgió el amor por la pesca, que junto a su familia fue alimentando a los pies del mar caribeño. Vásquez actualmente, ejerce políticas medioambientales para incentivar en los pobladores el valor al ecosistema.
class='vid-youtube' height='100%' src="//www.youtube.com/embed/tL_0iFnzXpQ" frameborder="0" allowfullscreen>Declarada Parque Nacional en 1974, La Restinga divide Margarita en dos islas unidas por la claridad de sus aguas, adonde llegas desde el Terminal de Ferrys de Punta Piedras, en 10 minutos, y en media hora desde la cuidad de Porlamar.
Vásquez relata que en aquella época los moradores adaptaban el ecosistema a sus necesidades, sin medir el impacto ambiental que eso suponía, por lo que trabaja en su comunidad para que adquieran un compromiso acorde a la situación del clima.
Hace tres años se incorporó a la comuna ecoturística de La Restinga, impulsada por la política del Estado y liderada por el Instituto Nacional de Parques de Venezuela (Inparques), que ha servido de plataforma para desarrollar conciencia social, mejorar la calidad de vida, y optimizar el ecosistema de la laguna.
