El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por su sigla en inglés) alertó este martes que alrededor de 2,2 millones de niños en Birmania, afectados por la violencia, necesitan ayuda humanitaria y piden al Gobierno terminar las violaciones de sus derechos, como su uso para ser soldados.
El Gobierno de Birmania desde 2010 adoptó políticas sociales y económicas que han comenzado a fortalecer los sistemas de salud, educación y protección para los niños, según mostró el informe de la Unicef.
Despite #Myanmar's progress, millions of children risk being left behind due to violence and conflict. New Report: https://t.co/bMYsaCdf3d pic.twitter.com/5bKPMxw5DD
— UNICEF (@UNICEF) 23 de mayo de 2017
Asimismo, advirtió que a pesar de estos progresos en la administración birmana, más de 150 niños menores de cinco años mueren cada día en el país y menos de un 30 por ciento sufre desnutrición moderada o severa. También indica el informe que más de la mitad de todos los niños viven por debajo del límite de la pobreza.
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El director ejecutivo adjunto de Unicef, Justin Forsyth, señaló que "Birmania afronta un auténtico reto para garantizar que todos los niños, estén donde estén -no solo los de áreas urbanas- se beneficien del rápido desarrollo del país".
"Hay un riesgo de que muchos niños y sus familias queden excluidos, especialmente los niños más pobres que viven en zonas remotas o están atrapados en situaciones de tensión y conflicto", añadió el representante de la Unicef.
#Myanmar: Zu Zu Mi, 10, is displaced & living in a camp in Kachin State.
— UNICEF (@UNICEF) 23 de mayo de 2017
This is her story. #foreverychild pic.twitter.com/0Eu1q4Eohi
El informe señala que el futuro de Birmania sería más estable y próspero si parte de los beneficios financieros que ha logrado en el reciente crecimiento económico se invirtieran en servicios para los niños y jóvenes.
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Organismos internacionales se enfocan en gran medida en el estado de Rajine, donde alrededor de 120.000 personas, se ven obligadas a desplazarse y a vivir en campamentos debido al conflicto entre comunidades que surgió en 2012.