El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, se manifestó precavido este jueves ante la posibilidad de llegar a un acuerdo migratorio entre Turquía y la Unión Europea (UE) para la reubicación de refugiados de guerra.
"Solo si todos trabajamos juntos, de forma coordinada y mantenemos la calma, lograremos tener éxito. Soy cautamente optimista, pero francamente hablando, más precavido que optimista", expresó el diplomático europeo sobre el consenso al que intentan llegar los líderes de la UE con Turquía durante una cumbre de dos días en Bruselas.
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El acuerdo bilateral busca devolver a todos los inmigrantes irregulares, incluso los refugiados sirios, que llegan por el territorio turco a las 28 naciones miembros de la EU.
Además, plantea una retribución monetaria del bloque para Turquía, de unos tres mil millones de euros, que cuando “estén a punto de agotarse” y si se han logrado los “resultados deseados” serán otorgados otros tres mil millones hasta finales de 2018.
"Estamos entrando en discusiones difíciles al intensificarse las negociaciones (...) el acuerdo debe ser aceptable para cada uno de los 28 Estados miembros, sin importar si es grande o pequeño", apuntó Tusk, quien además, precisó que el pacto debe respetar una serie de parámetros, como “cumplir plenamente con la legislación de la UE e internacional”.
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En contexto
Cifras oficiales estiman que en lo transcurrido del presente año se han contabilizado más de 130 mil refugiados provenientes de África y Oriente Medio, quienes escapan de los conflictos armados en sus naciones de origen.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó que cerca de 60 por ciento de los refugiados que llegan a Macedonia desde Grecia, tras cruzar el mar Mediterráneo, son mujeres y niños.