El primer ministro de Suecia, el socialdemócrata Stefan Lofven, perdió este martes una moción de confianza en el Parlamento, por lo que se vio forzado a dimitir y abrir las negociaciones para la formación de un próximo gobierno.
Lofven logró el apoyo de 142 diputados, mientras que 204 votaron en su contra, lo que deja en evidencia el nuevo equilibrio de poderes surgido tras las elecciones legislativas del 9 de septiembre.
Es la primera vez en Suecia que un primer ministro había sido apartado del poder en este tipo de votación, según medios locales.
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El presidente del Parlamento, Andreas Norlen, del Partido Moderado, deberá ahora encargar a otra persona que forme gobierno, aunque durante las semanas o meses que dure el proceso será Lofven quien permanezca como primer ministro en funciones.