Informaciones difundidas por periódicos locales y medios digitales de Qatar, refirieron que la preocupación de las autoridades cataríes obedece al compromiso hecho en mayo pasado, de mejorar los derechos de los migrantes que trabajan en la construcción de instalaciones para el torneo futbolístico.
Empleados procedentes de Nepal, Sri Lanka e India exigen el abono de hasta 13 meses de honorarios pendientes debido a que sus contratistas quebraron o los abandonaron, e incluso denuncian que quedaron laborando en duras condiciones por sólo 0,85 dólares al día.
El canal Al Jazeera citó informes de un medio británico, según el cual, expatriados que habían trabajado en las oficinas de Qatar 2022, en el rascacielos Al Bidda de esta capital, todavía estaban a la espera de los emolumentos adeudados por los patronos.
Tras denuncias y presiones de grupos de derechos humanos occidentales, el Gobierno de Qatar anunció en mayo que garantizaría un cambio de la Kafala, el método de contratación de mano de obra extranjera, que muchos consideran una forma de esclavitud moderna por atar al empleado a sus patronos.
Dado el interés de acelerar la edificación de estadios y otras infraestructuras de cara al Mundial de 2022, las autoridades locales han facilitado la entrada de expatriados que constituyen la fuerza de trabajo principal del país.