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Por el momento Theia se recupera de los daños causados a su mandíbula y de una obstrucción nasal que le dificulta la respiración.

Por el momento Theia se recupera de los daños causados a su mandíbula y de una obstrucción nasal que le dificulta la respiración. | Foto: WSU News

Publicado 3 abril 2015



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A Theia, la perrita callejera, que es de todos y de nadie, la atropelló un auto, la golpearon con un martillo en la cabeza, la enterraron, y aún asi no se dio por vencida. A los cuatro días “regresó de entre los muertos”.

Theia tiene un año y hasta ahora, había sido callejera. “La historia de Theia es única” dijo el médico veterinario Boel Fransson al matutino sueco Dagens Nyheter (Noticias del día). Pese a todo lo que sufrió, la perrita pudo sobrevivir y fue hallada en una granja cercana de Moses Lake, maltrecha y deteriorada. 

"Teniendo en cuenta todo lo que ha pasado, ella es increíblemente amable y cariñosa," dijo la joven Sara Mellado, residente de Moses Lake y quien albergó a Theia en su casa. 

"Ella es un verdadero milagro y merece una buena vida." Foto: WSU News

Antes de su penoso calvario, Theia solía vagar por las calles de Moses Lake, un poblado agrícola en el estado de Washington (oeste de EE.UU.). Diariamente los vecinos del lugar le dejaban restos de comida y la acariciaban en la cabeza al verla pasar. Pero después vino lo peor, el auto la atropelló y alguien, presumiblemente queriendo acortar su agonía, la golpeó con un martillo, antes de sepultarla. 

Allí pudo haber finalizado la historia. Sin embargo, cuatro días más tarde, Theia apareció en una granja cercana, sucia de tierra, hambrienta y cojeando. A pesar de todo, tenía ánimos para batir la cola, escribe el servicio de prensa de la Universidad Estatal de Washington, WSU News.

Personal médico del hospital veterinario de la universidad atendió a la paciente canina, constatando las lesiones producidas. Foto: WSU News

Por el momento Theia se recupera de los daños causados a su mandíbula y de una obstrucción nasal que le dificulta la respiración.

Boel Fransson, cirujano veterinario sueco que trabaja en el el hospital de la WSU fue quien señaló que posiblemente había sido golpeada con un martillo.

“Sobrevivió a todo ella solita: al atropellamiento, el martillazo y a ser sepultada viva. Respira con dificultad cuando duerme debido a la obstrucción nasal”, señaló Fransson al Dagens Nyheter. “Su vida no ha sido fácil, pero su historia es increible y al mismo tiempo apropiada en estos dias de Semana Santa. Ella se levantó de su tumba”, agregó.

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