El submarino extraviado en las costas argentinas el pasado 15 de noviembre habría superado el número de tripulantes permitidos.
La capacidad es de 37 puestos y viajan 44 personas, según declaraciones del hermano de uno de los tripulantes del sumergible.
Las otras siete personas que iban en el ARA San Juan no eran submarinistas. Dos de ellos eran "buzos tácticos", nadadores de combate integrantes de la unidad especial de la Armada de argentina. Otro era miembro de Servicio de Inteligencia Naval, declaró su esposa.
Horas antes de que el submarino zarpara, dos de los marineros decidieron abandonar la misión porque debían atender asuntos personales de último momento.
Enigmas del ARA San Juan
Hace nueve días la tripulación ARA San Juan partió de Ushuaia con destino a Mar del Plata. Dos días después, la Armada argentina perdió contacto con el sumergible. Tras días de búsqueda con la colaboración de expertos de Austria, Reino Unido y EE. UU. y otros países se recibió una posible señal de comunicación que resultó ser falsa.
La Armada argentina informó el sábado que detectaron una explosión, sin embargo, descartaron algún tipo de ataque contra el submarino.
Pese a la cooperación internacional con equipos altamente avanzados, hasta ahora no hay rastros del submarino militar, ni de sus tripulantes a los que hace una semana se les habría pronosticado una semana de vida y en el peor de los casos un día.
Familiares de las víctimas han denunciado negligencia durante las investigaciones y operativos de búsqueda y exigen respuestas concretas sobre el destino de sus familiares.
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