Tras el fallecimiento de 39 personas en un ataque con morteros durante una campaña electoral en Daraa, el ministerio de Asuntos Exteriores de Siria exigió al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDH) que condene la masacre registrada en esa ciudad suroccidental.
La última explosión se registró el sábado a pocos días de los comicios presidenciales, que tienen carácter histórico por regirse con la nueva Constitución aprobada en el 2012.
En parte de la misiva redactada por la cartera de Asuntos Exteriores destacan que los ataques se registran contra las escuelas, hospitales, lugares de culto y cualquier concentración civil con el fin de provocar el mayor número de víctimas inocentes.
Asimismo, criticaron a países como Catar, Arabia Saudí, Turquía, Francia, el Reino Unido y Estados Unidos y los acusaron de apoyar de forma directa a los terroristas que intentan derrocar al Gobierno de Damasco.
Para las elecciones del 3 de junio se inscribieron 24 candidaturas a la Presidencia, pero sólo fueron válidas tres: las de Maher Abdel Hafer Hayar, Hassan Abdelá al Nuri y el actuar mandatario Bashar Al-Assad.
Las otras candidaturas fueron rechazadas porque no cumplían con los criterios constitucionales y legales. El artículo 30 de la norma establece que los aspirantes a presidente deben tener como mínimo 40 años, tener la nacionalidad siria y ser hijos de padres sirios, además de no disponer de antecedentes penales y no estar casados con un extranjero.