Los niños hondureños continúan migrando sin compañía hacia Estados Unidos (EE.UU.), a pesar del despliegue de fuerzas de seguridad de esa nación en la frontera con Guatemala.
Así lo aseguraron este sábado organismos no gubernamentales en medio de la conmemoración de la Semana del Migrante, en un festival realizado en el parque central de Tegucigalpa para disuadir a quienes piensan irse del país, así como profundizar en la defensa sus derechos como migrantes.
La Pastoral de Movilidad Humana, a través de un comunicado precisó que lo que va de 2015 han sido deportados desde México y Estados Unidos unos 35 mil 438 hondureños, de ellos, 5 mil 354 eran menores de 18 años.
"Los niños siguen saliendo, sin compañía de adultos, o a veces acompañados, porque las causas de la migración se mantienen", aseguró la monja brasileña Lidia Mara Silva de Sousa, miembro de la Pastoral.
La monja aseguró que muchos niños que migraron a EE.UU. no han sido deportados aún por estar sus casos en tribunales de inmigración en ese país, y eso hace pensar a muchos hondureños que han sido legalizados " y eso estimula la migración".
Además, afirmó que desde Hondura siguen migrando por falta de oportunidades y los jóvenes en muchos casos huyen de los reclutamientos forzados de mafias como las "maras".
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El festival contó con una exposición fotográfica en la que se ven las consecuencias en las personas que han querido migrar al país norteamericano, así como la participación de Edgar Sánchez, un hondureño de 45 años, que en el 2000 perdió sus dios piernas al caer en los rieles de un tren en México cuando intentaba llegar a EE.UU.
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En contexto
EE. UU. y México son los países con más deportaciones de menores sin acompañantes en frontera, de acuerdo con las cifras ofrecidas en junio por la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
La mayoría de los menores de 17 años que trataron de cruzar la frontera y acceder a suelo estadounidense en los últimos ocho meses son originarios de Centroamérica y México.
Cada año, miles de niños y jóvenes cruzan hacia EE.UU. en el tren de transporte de carga llamado "La Bestia". Poco después de cruzar la frontera, los niños sin compañía son detenidos por la Guardia Fronteriza.