Una joven británica de padres de origen Kurdistán turco, ha sido condenada a pasar 21 meses en la cárcel por viajar desde el Reino Unido hasta Bruselas, capital de Bélgica, para unirse a las mujeres del Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK) que luchan contra el autodenominado Estado Islámico.
De acuerdo a las acusaciones la joven habría viajado para unirse a "una organización terrorista proscrita con la intención de luchar en pos de una causa política o ideológica". Sin embargo, fue detenida por la Policía británica en enero cuando volvió a Londres, en un avión procedente de Alemania.
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Decenas de británicos se han unido a las fuerzas kurdas de Siria para combatir al Estado Islámico. Sin embargo, el PKK está catalogado en Reino Unido como una organización terrorista.
Detalles: Özçelik abandonó el hogar familiar el 27 de octubre de 2014, alegando que iba a la universidad para terminar asuntos pendientes. Antes de partir dejó escrito un mensaje para su familia en el que proclamaba su apoyo al Partido de los Trabajadores de Kurdistán.
"Cuando lean esta carta yo me habré unido a las filas del PKK. Créanme, esto es lo que debo hacer. Donde quiera que esté el pueblo oprimido, ahí estaré para ellos", porque se siente "una luchadora, una militante y una guerrillera".
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Desde que las fuerzas kurdas iniciaron sus combates contra el EI, una de las estrategias que decidieron desarrollar fue reclutar a mujeres para el Ejército, ante las creencias de estos terroristas sobre el enfrentamiento con las féminas. El Estado Islámico piensa que si son asesinados por una mujer arderán en el infierno, cosa que no sucederá si son asesinados a manos de un hombre. Para un yihadista, una luchadora femenina es considerada como haram, lo que significa maldición o visión inquietante y aterradora.