La huelga en la aerolínea francesa Air France entró este miércoles en su tercera jornada con un alto acatamiento, ante la negativa de los directivos de la firma de aceptar las demandas laborales y salariales de los pilotos.
Con el propósito de contener la protesta, los representantes de la empresa ofrecieron una mínima reducción de los planes de expansión de Transavía, la filial de bajo coste, pero sin satisfacer las principales exigencias de los trabajadores.
El problema fundamental de la huelga radica en que Air France quiere trasladar a una buena parte de sus pilotos hacia Transavía, donde las condiciones laborales son más difíciles debido al uso de tripulaciones reducidas y los salarios son muy pocos.
Hasta el momento las negociaciones acerca de este punto están estancadas y la huelga se encamina a ser una de las más prolongadas en esa empresa desde 1998.
Julien Duboz, vocero del Sindicato de Pilotos de Air France, informó que este miércoles se realizará una asamblea con los afiliados para mostrar la determinación de no ceder en sus exigencias.
Air France anunció este martes que al menos 60 por ciento de sus vuelos comerciales fueron suspendidos debido a la huelga iniciada por los trabajadores el lunes.