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Tras los ataques en París el pasado viernes 13 de noviembre, que provocaron la muerte de 132 personas, y después que la investigación del siniestro del avión ruso A321 concluyera que la tragedia, que dejó 200 muertos, se debió a un atentado, los gobiernos de Francia y Rusia han decidido unirse para atacar a los terroristas en Siria.
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Los gobiernos del presidente ruso, Vladímir Putin, y el presidente de Francia, François Hollande, han dado un paso decisivo al frente en el marco de su cooperación en Siria contra el autodenominado Estado Islámico (EI).
Putin recalcó este martes la necesidad de "establecer un contacto directo con los franceses, trabajar con ellos como aliados y desarrollar un plan de acción conjunta tanto por mar como por aire".
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El mandatario ruso ordenó al crucero de misiles Moskvá (Moscú) que establezca contacto en la zona de operaciones del mar Mediterráneo con el grupo francés encabezado por un portaaviones para, de esa forma, atacar de forma coordinada a los yihadistas.
Hollande y Putin tienen previsto reunirse el próximo 26 de noviembre en la capital rusa, donde se espera que discutan las acciones conjuntas de ambos países en Siria.
La coalición liderada por EE.UU. que opera en Siria está dispuesta a cooperar con la Fuerza Aérea rusa en caso de necesidad. Hasta ahora los países aliados de Washington han rehusado coordinar sus acciones con Moscú.
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