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Los Gobiernos de Rusia y de China, aunque por separado, suman esfuerzos para conseguir una solución al conflicto en Siria y así terminar la cruenta guerra que azota la nación árabe desde hace más de cinco años.
En entrevista con la agencia Sputnik Nóvosti, el vicecanciller ruso Genadi Gatílov informó este jueves que Moscú intenta que haya “un diálogo sustancial y se consigan avances en las cuestiones claves" entre el Gobierno y la oposición armada siria.
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De igual forma, denunció que uno de los mayores obstáculos para finalizar el conflicto es la insistencia de los opositores en armas en retirar del poder, como sea, al presidente sirio Bashar al-Assad.
El Kremlin ha sido uno de los mayores defensores de al-Assad, mandatario constitucional de la República Árabe, electo por la mayoría del pueblo de ese país. Y además fue factor fundamental en el triunfo sobre el grupo terrorista autodenominado Estado Islámico (Daesh en árabe).
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Rusia "desempeñó un papel importante para resolver el problema sirio" y China "lo valora mucho", sostuvo la directora general adjunta del Departamento de Europa y Asia Central del Ministerio de Exteriores del gigante asiático, Jiang Yan.
"Como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) China está interesada en la paz, la estabilidad y el desarrollo de Oriente Medio, estamos dispuestos a seguir trabajando activamente para solucionar tan pronto como sea posible la cuestión siria", dijo Jiang a los periodistas.
Pekín igual que Moscú apoya "el efecto positivo del proceso de Astaná sobre Siria para cesar el fuego y poner fin a la violencia en todo el territorio sirio", así como saluda "las negociaciones de Ginebra bajo los auspicios de la ONU", resaltó la diplomática china.
