La versión del atentado terrorista es estudiada como una posible causa del la catástrofe del Airbus A-321 que se estrelló en la península egipcia de Sinaí, así lo indicó el primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev.
Durante una entrevista a un medio local concedida este lunes, el funcionario detalló que "la posibilidad de un atentado terrorista, desde luego, se mantiene como una de las causas de lo que ocurrió"; sin embargo, destacó que la investigación de este siniestro aún sigue en curso, por lo que se deben esperar sus resultados para poder sacar conclusiones.
Asimismo, Medvédev consideró que la decisión del Ejecutivo ruso de prohibir la conexión aérea de su país con Egipto, es "complicada, pero oportuna", en vista de que no han culminado las investigaciones sobre el accidente.
Respecto a esto, señaló que a pesar de que la medida es necesaria, trae efectos negativos para la industria turística, debido a que Egipto siempre ha sido un destino muy popular entre los ciudadanos rusos.
De igual manera, sugirió que las consecuencias del decreto firmado no serán de corto plazo, pero no especificó un tiempo concreto de duración.
"No hay que hacerse ilusiones, ya que las cuestiones relacionadas con la seguridad no pueden ser resueltas rápidamente. Es probable que tarde bastante tiempo", dijo.
Finalmente, informó que los 80 mil ciudadanos rusos que actualmente se encuentran en territorio egipcio, será trasladados a Rusia a bordo de vuelos "especialmente controlados por el Estado".
Falta de pruebas
A pesar de que el primer ministro no descartó la posibilidad de que el accidente fuese el resultado de un atentado terrorista, este mismo lunes el jefe de la cartera de Transporte en Rusia, Maxim Sokolov, aseguró que no existen "pruebas fidedignas" que respalden la versión de EE.UU. y el Reino Unido sobre acciones extremistas contra la nave.
"Ni la comisión gubernamental ni la comisión técnica disponen a día de hoy de datos fidedignos de que pudo tratarse de un atentado terrorista", dijo.