La fuerza aérea rusa atacó objetivos del grupo terrorista Estado Islámico (Daesh, en árabe) al sureste, norte y noreste de la ciudad de Raqqa, en Siria, destruyendo un almacén de armas, una planta de fabricación de armamento químico y un campamento militar de grandes dimensiones.
El servicio de prensa del Ministerio de la Defensa de la nación indicó que las maniobras fueron realizadas por seis bombarderos estratégicos de largo alcance Tu-22M3 que realizaron un asalto concentrado con municiones de alto poder explosivo contra los extremistas.
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Los bombardeos contaron con la protección de cazas Su-30sm y Su-35s, que cobraron la vida de un número elevado de terroristas y que tras finalizar su misión retornaron a sus bases.
La semana pasada la fuerza aérea de Rusia también logró que cayeran un gran número de terroristas y que fueran destruidos un campamento militar, un almacén subterráneo de armas, tres vehículos de combate de infantería y 12 vehículos todo terreno armados con ametralladoras de grueso calibre cerca de las localidades sirias de Es Suhne y Arak.
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