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Rousseff defendió un cambio legislativo de mayor profundidad.

Rousseff defendió un cambio legislativo de mayor profundidad. | Foto: Agencia PT/Roberto Stuckert Filho/PR

Publicado 17 junio 2015



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La primera mandataria brasileña se opone a una propuesta legislativa que reduciría de 18 a 16 la edad penal en ese país. 

La presidenta de Brasil Dilma Rousseff, reiteró este miércoles sus críticas a la propuesta de enmienda a la Constitución que reduce la edad legal de 18 a 16 años.

"En momentos en que el debate sobre nuestra juventud está en el tapete, en tiempos en que se propone una reducción de edad penal, en lugar de profundizar la exclusión de algunas acciones que han demostrado ser ineficaces en las sociedades desarrolladas, nosotros preferimos trabajar para realmente cambiar la legislación en materia de juventud", dijo la mandataria durante una ceremonia para celebrar el hito de 5 millones de microempresarios en ese país suramericano.

En su discurso, Rousseff afirmó que el Gobierno propondrá cambios en el Estatuto de Niños y Adolescentes (ECA, por su sigla en inglés) con la intención de aumentar el castigo para los involucrados en crímenes atroces.

"Atribuirles penas de adultos a los jóvenes que se ven involucrados en actos de pandilla, tipifica lo que sucedería en situaciones de crímenes atroces", agregó la jefa de Estado desde Brasilia, capital de Brasil.

En ese sentido, el Gobierno federal también aboga por la ampliación de la pena para los adultos que reclutan a los jóvenes para el crimen.

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Además de reforzar la campaña contra la reducción de la edad penal, la presidenta Rousseff, defendió los programas como “Pronatec Aprendiz” (que educa a los jóvenes a hacer diversos oficios), el cual ofrece otro camino para los jóvenes brasileños.

Para la mandataria, iniciativas como esta pueden asegurar que los jóvenes “se integren al mundo de la educación, el trabajo y las oportunidades”.

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