El descarrilamiento de un tren cerca de Santiago de Compostela, al noroeste de España el pasado 24 de julio del 2013, fue causado por el exceso de velocidad y la falta de atención del maquinista identificado como; Francisco José Garzón.
Así lo confirma un informe divulgado este miércoles por la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios de España (CIAF), el cual reveló que el tren circulaba a 179 km/h en una curva limitada a 80 km/h.
De acuerdo con el órgano adscrito al Ministerio español de Fomento, el accidente se produjo porque el maquinista no respondió la llamada telefónica de la central y no aplicó el freno de forma precisa para reducir la velocidad antes de la entrada a la curva.
Por lo ocurrido, la CIAF recomienda en su informe al Gobierno español señalizar en las vías del tren las reducciones de velocidad a partir de cierto rango y poner en marcha balizas para controlar la velocidad que a su vez permita a los operadores frenar de manera oportuna ante cualquier eventualidad parecida.
En el siniestro unas 80 personas perdieron la vida y otras 150 resultaron heridas, en uno de accidentes ferroviarios más latentes que ha registrado España en las últimas décadas.