Hace un año Ecuador sufrió una de las tragedias más devastadora de su historia. A las 18H58 hora local (23H58 GMT) del 16 de abril se registró un potente terremoto de 7,8 grados de magnitud entre los balnearios costeros de Cojimíes y de Pedernales (norte), en las provincias Manabí y Esmeraldas.
Este seísmo es el más fuerte de los últimos 20 años en América Latina, dejó un saldo de más de 600 muertos, cientos de heridos, miles de edificaciones destruidas totalmente. Tras el desastre, el Gobierno ecuatoriano declaró estado de emergencia en las provincias afectadas y estado de excepción en todo el territorio.
De inmediato fueron activados más de diez mil soldados y unos 4.600 policías fueron desplegados para asistir en las labores de rescate.
La reconstrucción
El terremoto del 16 de abril causó, además de las pérdidas humanas, daños materiales valorados en más de 3.300 millones de dólares, lo que provocó un decrecimiento de siete puntos en la economía nacional, según reportes gubernamentales.
Para una primera etapa de reconstrucción el Gobierno asignó un presupuesto de 1.627.870.221,5 millones de dólares.
La aplicación por primera vez en Ecuador del Registro Único de Damnificados permitió identificarlos eficazmente.
La implementación de mecanismos de ayuda permitió de inmediato la entrega de bonos para las familias que acogieron a damnificados, para alimentación, arrendamiento y reconstrucción.
En materia de vivienda se proyectó la construcción de 45 mil casas, de las cuales 22 mil están ya finalizadas, 11.500, en ejecución, y otras 11.200 serán construidas antes de finalizar 2017.
Otro apoyo fundamental ante la tragedia fue la activación de la mesa de voluntariado, en coordinación con otras instituciones del Estado para el servicio de empaquetamiento, carga y descarga de kits alimenticios, así como en la evaluación de daños de infraestructuras.
El mundo junto a Ecuador
Al apoyo de todo un país y del Gobierno de Rafael Correa se sumaron Jefes de Estado de América Latina y el mundo, quienes expresaron a través de las redes sociales sus condolencias por las víctimas mortales. Según la cancillería ecuatoriana, 43 naciones apoyaron durante los primeros seis meses.
Venezuela fue el primer país en enviar ayuda humanitaria, con la presencia en la ciudad de Manta del grupo Simón Bolívar especializado en rescate y emergencias médicas.
Colombia envió refuerzos entre los que se incluyeron 50 rescatistas. El presidente de Bolivia, Evo Morales, envió su mensaje de apoyo y destinó hacia la nación hermana un avión Hércules de la Fuerza Aérea Boliviana con ayuda humanitaria.
Igualmente Cuba apoyó con rescatistas, bomberos y la brigada médica Henry Reeve, integrada por 613 profesionales de la salud, quienes prestaron sus servicios en las zonas afectadas por el sismo.
Tanto el presidente Rafael Correa como los miembros de su gobierno agradecieron la solidaridad recibida de América Latina y el mundo.