Boletines
Opacidad
Opacidad
Señal en Vivo
Solo Audio
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, llegó este sábado a San Salvador, capital del país centroamericano, para presenciar la beatificación de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, que se realiza en la Plaza Salvador del Mundo donde están congregados miles de peregrinos.
.@MashiRafael llega a San Salvador para participar de beatificación de Monseñor #ÓscarRomero pic.twitter.com/Top6btRzYg
— Presidencia Ecuador (@Presidencia_Ec)
Mayo 23, 2015
A su llegada, Correa aseguró que Monseñor Romero "inspira y convoca a seguir luchando día a día por la justicia, verdad y solidaridad". El mandatario ecuatoriano felicitó al pueblo de El Salvador por la beatificación de quien es llamado “San Romero de América”.
Miles de personas congregadas en la Plaza Salvador del Mundo para beatificación de Monseñor #ÓscarRomero #ElSalvador pic.twitter.com/EBlnWrO2wn
— Presidencia Ecuador (@Presidencia_Ec)
Mayo 23, 2015
El Salvador será sede este sábado de la beatificación de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, la ceremonia más esperada de los últimos días, para la cual miles de peregrinos y varios jefes de Estado de todo el mundo ya están presentes en el lugar.
Lea también: Daniel Ortega saluda la beatificación de Monseñor Romero
El siguiente paso es la canonización
El proceso para la canonización de Monseñor Romero inició el 24 de marzo de 1990, cuando se introdujo la causa por todas las circunstancias mártires que tuvo su vida y muerte, pero la solicitud formal fue presentada el 12 de mayo de 1994.
Tras concluir su fase diocesana en noviembre de 1996, un año después la Santa Sede aceptó la causa como válida, pero después quedó estancada y no fue hasta 2005 cuando la Congregación para la Causa de los Santos dio el visto bueno para que se continuase el proceso.
En 2013 el proceso realmente fue acelerado, gracias al Papa Francisco, quien este año aprobó el decreto que reconoce el "martirio" de Monseñor Romero "in odium fidei", es decir, que fue asesinado por "odio a la fe".
El "martirio" es decisivo para su beatificación, porque de esta forma no es necesario reconocer un milagro. Tras este paso, se podrá continuar el proceso hacia la canonización.
Visita Nuestro Especial Multimedia
