El presidente de Ecuador, Rafael Correa, afirmó este lunes que no hay desafío que su nación no pueda superar, respecto a la devastación dejada por el terremoto de 7,8 que acabó con la vida de al menos 350 personas.
Correa aseguró que el Estado tras la experiencia de este terremoto será aún más riguroso con las normas de construcción. Al mismo tiempo reiteró que existen los albergues aptos para recibir a los damnificados y que cuentan con los recursos para comenzar la reparación de las zonas afectadas.
>> Rafael Correa recorre el litoral ecuatoriano afectado severamente tras el sismo
Por su parte, el vicepresidente de la nación, Jorge Glas, aseguró este domingo que lo primordial para el Estado en estos momentos es seguir en la búsqueda de víctimas y rescate de personas atrapadas.
El jefe de Estado recorrió este lunes las zonas más dañadas por la tragedia, entre ellas Portoviejo y Pedernales.
.@MashiRafael recorre las calles de #Pedernales #EcuadorListoYSolidario #SismoEcuador pic.twitter.com/1IS3S3ttKq
— Presidencia Ecuador (@Presidencia_Ec) 18 de abril de 2016
Anunció además que irá a Jama y Canoa, zonas que también resultaron gravemente afectadas por el terremoto. Mientras los integrantes del Gabinete desarrollan un consejo ampliado de ministros para evaluar todos los temas y definir las próximas acciones a tomar.
La coordinación institucional es permanente, se mantiene Gabinete ampliado de ministros #EcuadorListoYSolidario pic.twitter.com/fT0HH7RrYn
— Presidencia Ecuador (@Presidencia_Ec) 18 de abril de 2016
En contexto:
El terremoto de 7,8 grados en la escala de Ritcher registrado el 16 de abril en la costa norte de Ecuador es uno de los de mayor intensidad en América Latina en los últimos 20 años.
El movimiento telúrico aconteció entre los balnearios costeros de Cojimíes y de Pedernales (norte), en la provincia de Manabí y cerca de Esmeraldas, donde también se sintió el impacto de las réplicas. La última cifra oficial es de 350 muertos y dos mil 527 heridos.
Además de las pérdidas humanas, que han sido definidas como "lo más doloroso" por representantes del Gobierno, se registran puentes, carreteras y edificios destruidos, aún no cuantificados en pérdida monetaria.