A ocho días de la tragedia que sacudió al municipio guatemalteco Santa Catarina Pinula al sur del país, sus habitantes se aferran a la esperanza de encontrar a sus amigos y familiares que aún continúan desaparecidos.
Rostros de llanto y mucho dolor es lo que se observa en las adyacencias del desarrollo habitacional El Cambray II, tras el deslave que le ha quitado la vida a más de 250 personas y que dejó desaparecidas al menos a 370.
Pese a las acciones promovidas por la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), el Consejo Nacional de Áreas Protegidas de Guatemala presentó esta semana varias fotografías satelitales donde se aprecia otra grieta en los terrenos que vendió de manera ilegal el municipio Santa Catarina Pinula.
Tras las hipótesis que han surgido por el deslave al sur del país, los funcionarios de la Conred insisten en que la municipalidad de Santa Catarina Pinula sabía sobre el riesgo en los terrenos habitados en su mayoría por trabajadores del campo y la minería.
El Gobierno de Guatemala habilitó refugios temporales para atender a las familias que se quedaron sin vivienda. Cuadrillas de socorristas, militares y voluntarios se sumaron a las acciones recomendadas para dar frente a ese tipo de eventos naturales.
Con apoyo de maquinaria y equipos especiales se ha logrado rescatar los cadáveres de muchas personas que fallecieron en su mayoría producto del aplastamiento, asfixia y experimentaron de un paro cardíaco.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) de Guatemala responsabilizó al gobierno local del municipio Santa Catarina Pinula por haber permitido la comercialización de terrenos en el desarrollo habitacional El Cambray II.
Sin embargo, muchos analistas opinan que con esa denuncia la Conred busca evadir cualquier tipo de responsabilidad por la tragedia que mantiene en luto a varias familias de ese país centroamericano.