El Gobierno de Grecia estableció un acuerdo con el Eurogrupo que prevé el tercer paquete de rescate para los helenos por 50 mil millones de euros (55 mil millones de dólares), pero ¿cuál es la diferencia entre este acuerdo y la propuesta que rechazó el pueblo griego en el referendo? ¿Grecia se vio obligada a aceptar el acuerdo?
Alfredo Serrano, doctor en Economía y director del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), considera que el acuerdo aprobado por el Parlamento griego con 229 votos a favor ha sido impuesto desde Alemania, el principal acreedor de la deuda de Grecia, debido a que por tratarse de un asunto financiero que no depende fundamentalmente del Gobierno de Syriza, es difícil lograr algo a favor de la mayoría social del país en crisis.
Pese a que el pueblo griego votó contra la Troika, es prácticamente imposible que el país logre su soberanía económica de la noche a la mañana. Por ende, se deberán aplicar en el marco del acuerdo una serie de medidas como la privatización de varios servicios, entre ellos, la red eléctrica del país.
Asimismo, el acuerdo prevé una serie de reformas en el sistema de pensiones, pero aún no se ha especificado en qué consisten. Conozca "el precio" que pagará Grecia tras acuerdo con la UE.
Escucha parte de la entrevista que hizo la web de teleSUR a Alfredo Serrano:
La diferencia entre este acuerdo y el que rechazó el pueblo griego en un referendo son básicamente las políticas en materia económica y fiscal. Este fondo tendría titularidad griega, mientras que el anterior era de titularidad de los acreedores internacionales.
Por otra parte, la cantidad obtenida en este rescate es mayor al que proponía la Troika con el acuerdo anterior (29 mil millones de euros). Lo que Grecia prefería era reestructurar la deuda para negociarla a largo plazo y disminuir la cantidad de capital.
Alexis Tsipras mantiene que el acuerdo con el Eurogrupo es menos grave que la propuesta de la Troika que rechazó Grecia en el referendo del 5 de julio. “Les aseguro que ese acuerdo no significa un regreso... es acuerdo difícil, vamos a tener problemas económicos pero no tan graves”, expresó el primer ministro.
La otra opción, paralela al acuerdo del Eurogrupo, es salir de la zona euro, acción que lejos de aliviar la crisis, multiplicaría los problemas para Grecia. “Necesitarían 18 meses, que serían de cara a una devaluación, además de enfrentar el costo de estar dentro o de estar fuera”, explica Serrano.
Voceros del Eurogrupo han dicho que se hablará de la reestructuración de la deuda en octubre, pero “a la zona euro no le interesa escuchar de esto, ni al FMI”.
"Siendo los bancos alemanes el principal acreedor y uno de los principales poderes financieros en la UE, no le interesa reformar la deuda. Lo que el primer ministro Alexis Tsipras gana en Grecia (en el referendo del 5 de julio) no lo puede ganar en la zona euro donde no manda el pueblo sino el capital".