El Presidente ruso considera necesario un mayor uso de la moneda nacional en las transacciones con los países socios y comerciales activos.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, rechazó la utilización del dólar y otra moneda extranjera para el comercio interno y externo en su país, pero especialmente en el sector petrolero.
"Me gustaría hablar de un tema crucial en el desarrollo de la industria energética y la economía en conjunto. Se trata de la necesidad de detener el uso de la moneda extranjera en el comercio interior", explicó a la Comisión Presidencial de Combustible y Energía del país.
Lea también: Rusia e Irán usarán monedas locales en comercio bilateral
El mandatario llamó al Ministerio de finanzas ruso a eliminar las prácticas que van en contra de las leyes que prohiben el pago de algunas áreas con la moneda de otro país.
Putin también hizo énfasis en la importancia de no utilizar el dólar en el comercio internacional, un objetivo que está en la agenda del Kremlin desde que comenzaron a deteriorarse las relaciones con Estados Unidos (EE.UU). a causa de la situación en Ucrania.
"Tenemos que considerar seriamente el fortalecimiento del papel del rublo en el comercio. Esto también incluye productos combustibles y energéticos rusos”, puntualizó.
Lea también: Irán desecha dólar de EE.UU. para transacciones internacionales
En 2013, los gobiernos de China y Brasil se adelantaron a esta iniciativa, suscribiendo un multimillonario acuerdo comercial en sus propias divisas - el yuan y el real respectivamente – con el fin de tener menos dependencia de las dos principales monedas que dominan el mercado mundial, el dólar y el euro.
A principios de 2015, el Gobierno iraní se sumó a esta iniciativa y dispuso la prohibición del dólar estadounidense como divisa para las transacciones internacionales, que de ahora en adelante se concretarán en monedas como el yuan, el rublo ruso y la lira turca.
Los expertos en economía estiman que dentro de un corto plazo el PIB chino será comparable con el de EE.UU. Además, los valores de China son cada vez más atractivos para los países con economías de superávit positivo, como son las naciones del Oriente Medio.
Lea también: ¿Guerra de divisas o guerra geofinanciera?: jugada maestra del yuan chino