El recién electo presidente en Egipto, Abdel Fattah Al Sisi, manifestó que durante su mandato no habrá vuelta al pasado, al tiempo que priorizó a la seguridad y la estabilidad sin exclusión como pilares de su gestión en este país.
Con una alta popularidad entre vastos sectores egipcios después de dirigir en julio pasado la deposición del presidente islamista Mohamed Morsi, Al Sisi ha jurado desarraigar a los grupos armados responsables de los ataques y atentados contra miembros y sedes de los Ministerios de Defensa e Interior.
Al Sisi, mariscal retirado, de 59 años, y exministro de Defensa, obtuvo una victoria aplastante con más de 96 por ciento de los votos válidos, según las estadísticas preliminares, ya que las oficiales serán difundidas el domingo o el lunes próximo.
Su único contendiente, el izquierdista Hamdeen Sabahi, un seguidor de las ideas del extinto presidente Gamal Abdel Nasser, quedó tercero en los comicios presidenciales de 2012, pero esta vez no logró reunir siquiera un millón de boletas a favor.
A las presidenciales egipcias de esta semana deben seguir elecciones para un parlamento unicameral, ahora vacante, en las cuales están impedidos de participar la Hermandad Musulmana egipcia (HM, islamistas) y cualquier otro partido de plataforma confesional.