El presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, responsabilizó al narcotráfico propiciado por Estados Unidos de mantener a su país sumido en la violencia, lo que constituye una de las causas de la ola de emigración centroamericana, principalmente de menores.
Miles de niños, adolescentes no acompañados y mujeres con bebés, han salido en los últimos meses de Honduras, Guatemala y El Salvador atravesando México rumbo a Estados Unidos por falsas versiones de que al ingresar a ese país se les permitiría quedarse.
"Honduras vive una emergencia desde hace una década, probablemente más. ¿A raíz de qué? A raíz de que Estados Unidos y Colombia hicieron operaciones importantes en la lucha contra las drogas", dijo Hernández en declaraciones a un periódico mexicano.
Los inmigrantes centroamericanos huyen de la violencia de las pandillas asociadas a los cárteles del narcotráfico, que han llevado a Honduras a tener la mayor tasa de homicidios del mundo con 90.4 asesinatos por cada 100 mil habitantes.