El presidente federal de Alemania, Joachim Gauck, criticó los ataques racistas en los centros de refugiados y solicitó un debate abierto para hallar una solución al problema.
"Los incendios provocados y los ataques a personas indefensas merecen nuestra repulsa y deben ser castigados", aseguró en su tradicional mensaje navideño.
Para Guck debe debatirse la forma en que se afrontará las peticiones de asilo al país desde el punto de vista de la “integración y el bienestar general”.
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Propuso que debe imponerse un tope máximo de entrada de refugiados. Alemania ha acogido a un millón de refugiados durante el 2015.
Asimismo llamó a la población y al Estado a rechazar cualquier intento de violencia contra los refugiados. "Incendios dolosos y ataques físicos contra personas indefensas merecen nuestro desprecio y la prosecución penal por parte de las autoridades", destacó.
Las imágenes más impactantes de los refugiados en 2015