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Los comicios de Madeira para elegir al nuevo presidente regional se celebraron con total normalidad.

Los comicios de Madeira para elegir al nuevo presidente regional se celebraron con total normalidad. | Foto: EFE

Publicado 29 marzo 2015



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En el archipiélago de Maderia, región autónoma de Portugal, se celebraron comicios para elegir al nuevo jefe de Gobierno tras la dimisión de Alberto Joao Jardim en enero pasado. Las elecciones estuvieron marcadas por una abstención de 50,3 por ciento.

El candidato del Partido Social Democráta (PSD), Miguel Albuquerque, ganó este domingo con mayoría absoluta las elecciones presidenciales de la Región Autónoma de Madeira, en Portugal.

Alburqueque superó a sus contrincantes de la coalición liderada por los socialistas como los demócrata-cristianos del Centro Democrático Social / Partido Popular (CDS/PP), que se presentaron en solitario.

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De esta manera, Alburqueque se convirtió en el sucesor de Alberto Joao Jardim, quien gobernó durante 37 años, pero dimitió en enero pasado.

El presidente saliente Alberto Joao Jardim votó por su sucesor (Foto: EFE)

El Partido Social Democráta confirmó que sigue liderando, debido a que este resultado se ha repetido en las once elecciones regionales realizadas en el archipiélago.

Por otro lado, hubo una elevada tasa de abstención con 50,3 por ciento, ocho puntos más que hace cuatro años. Además, los comicios transcurrieron con total normalidad.

En estas elecciones también se escogieron a los 47 diputados con asiento en la Asamblea regional. En Portugal sólo los archipiélagos de Madeira y Azores cuentan con Parlamento autónomo, pero los resultados de este tipo de comicios no se consideran extrapolables de cara a las generales, que se realizarán este año.

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EN CONTEXTO

Portugal adoptó en 2011 una política de austeridad a cambio de un plan de ayuda internacional. Esto fue reducido por el Gobierno portugués para sus presupuestos de 2015, pero aún se realizan protestas contra medidas económicas que siguen empobrecimiendo a la población.

El pasado 7 de marzo, miles de ciudadanos portugueses protestaron en las principales ciudades de Portugal para mostrar su descontento a la política de austeridad del Ejecutivo, que a juicio de los manifestantes destruye cientos de miles de empleos y genera pobreza y exclusión social.

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