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Los informes incluyen bitácoras de servicios y de radio, tarjetas informativas, así como dictámenes técnicos puestos a disposición del Ministerio Público entre el 24 y 30 de septiembre de 2014.
Este viernes se dio a conocer que el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos personales (INAI) de México ordenó a la Policía Federal dar a conocer los informes sobre los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.
Leer aquí: ¿Dónde están los 42 estudiantes?
A través de un comunicado la INAI indicó que los documentos e informes incluyen bitácoras de servicios y de radio, tarjetas informativas, partes de novedades ocurridas durante 24 horas, órdenes de servicio y dictámenes técnicos puestos a disposición del Ministerio Público entre el 24 y 30 de septiembre pasado.
Esta información anteriormente fue clasificada ante dos solicitudes de particulares bajo el pretexto de que formaban parte de una averiguación previa y pondría en riesgo a elementos. Además, contenía datos confidenciales.
Es por esto que las particulares impugnaron y el INAI indicó que estos documentos deben darse a conocer, pues se sospecha de violaciones a los derechos humanos en los hechos ocurridos en Iguala, estado Guerrero (sur) en septiembre de 2014.
La policía alegó que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) no se ha pronunciado al respecto ni el Ministerio Público de la Federación lo ha dictaminado.
Contexto:
En septiembre de 2014, un grupo de policías locales disparó contra los alumnos de la Escuela Normal de Ayotzinapa, en Iguala, estado de Guerrero; incidente en el que seis personas perdieron la vida y 43 estudiantes desaparecieron, de los cuales solo se encontró el cuerpo de uno.
El pasado 18 de agosto, expertos presentaron una serie de irregularidades en la investigación del caso Ayotzinapa. Entre las pruebas, señalaron que las prendas de vestir y los objetos de los estudantes encontrados en un autobús cerca del Palacio Municipal de Iguala, los que llevarían a laboratorios para realizar pruebas de ADN, no fueron preservados de forma adecuada, y presentan signos de humedad y contaminación.
El material videográfico que grabó escenas de aquel 26 de septiembre, desde el Palacio Municipal de Iguala, también fue destruido.
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