La juramentación del abanderado de la izquierda griega, Alexis Tsipras, en el cargo de primer ministro, luego de un acuerdo del Gobierno con el líder del partido de derecha nacionalista, Panos Kammenos, llena de expectativas a los ciudadanos en cuanto al impulso de la economía del país.
El partido Syriza tiene un objetivo principal con el nuevo Gobierno: lograr que los europeos colaboren en la propuesta de implementar medidas económicas opuestas a lo que están haciendo.
No desean actuar sin la colaboración del los países de la Unión Europea y de la zona euro, aunque expresarán a sus aliados, las condiciones en las que piensan trabajar.
Tsipras, como líder, trabajará en crear consensos para abrir la posibilidad de una moratoria del pago de la deuda con interese nulos y “en un plazo de devolución que se prolongaría durante unas cuatro décadas, hasta que la cota de la deuda de cada uno baje a 20 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB)”, explicó el posible ministro de Economía y Finanzas, Yannis Milios.
Milios insistió en que el Gobierno de Tsipras no pretende abandonar la moneda (Euro), pues a su juicio “un abandono de Grecia del euro colapsaría la zona y todas sus economías y llevaría a la aplicación de nuevos programas de austeridad”.
La gestión se enfocará en reformas del sistema fiscal y de las Administraciones Públicas, esto conllevará a reducir el número de ministerios y a la reorganización de los empleos públicos, “sin reducir la capacidad de empleo”, recalcó Milios.
La cartera de Economía y Finanzas evaluará el rescate económico de las familias griegas. Tsipras tomará esta decisiones en los próximos meses para sostener la economía de los ciudadanos.
Milios indicó que pretende gastar unos dos mil millones de euros (unos 2 mil 250 millones de dólares) en recuperar el servicio de energía y dar electricidad gratuita a unos 300 mil hogares sin ingresos, “así como vales de comida y de transporte público para los más necesitados”.
En cuanto a la situación del empleo, Tsipras ejecutará medidas para establecer un salario mínimo de 750 euros (842 dólares), “constituir un banco de inversiones para que las pymes paguen sus deudas con el fisco y llegar a acuerdos para la devolución de las deudas privadas por un máximo del 30 por ciento de los ingresos”, puntualizó Milios.
Antes de jurar compromiso ante el Ejecutivo,Tsipras afirmó que"el pueblo le ha dado un mandato claro", que supone que Grecia cambia de rumbo y "deja la austeridad tras cinco años de humillación".
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