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Dirigentes de los partidos demócrata y republicano se enfrentaron este domingo por las posibles medidas ejecutivas del presidente estadounidense, Barack Obama, en los próximos días para evitar la deportación de millones de inmigrantes indocumentados.
El representante demócrata por California Xavier Becerra señaló en el programa "State of the Union" del canal CNN que el Congreso ya debió haber aprobado una reforma migratoria, apuntando que respalda la posición del mandatario porque "necesitamos avanzar".
El Senado de Estados Unidos aprobó el año pasado, en ese entonces con mayoría demócrata, un proyecto de reforma migratoria que todavía no ha avanzado en su tramitación en la Cámara de Representantes donde los republicanos tienen mayoría desde 2012.
Por su parte, el excandidato presidencial republicano Mitt Romney consideró que el presidente Obama "debe dejar al Congreso republicano elaborar un proyecto de ley", en declaraciones en el programa "Face de Nation" de CBS.
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Otros, como el senador electo republicano de Arkansas, Tom Cotton, advirtieron que algunas de las tácticas que podrían emplear los miembros de su partido en respuesta a las medidas de Obama, incluirían bloquear selectivamente el presupuesto.
"No creo que nadie quiera un cierre del Gobierno", dijo Cotton, en referencia al cierre parcial de las actividades del Gobierno federal por falta de fondos que se produjo durante dos semanas en 2013, ante el bloqueo republicano del presupuesto.
Obama ha reiterado su intención de tomar acciones ejecutivas antes de final de año para detener las deportaciones, después de que el pasado 4 de noviembre los republicanos lograran en las elecciones legislativas la mayoría en las dos cámaras.
El congresista demócrata Luis Gutiérrez, urgió a Obama a actuar inmediatamente "porque millones de familias estadounidenses dependen de que el presidente arregle un sistema migratorio que no funciona".
Situación política de la reforma migratoria
Aunque los legisladores demócratas tratan de convencer a sus electores de la razón por la que Obama decidió esperar hasta después de estas elecciones para tomar algún tipo de medida ejecutiva que alivie la situación de millones de irregulares, la derrota electoral del mandatario estadounidense en las elecciones de medio término pone en vilo la ejecución de la reforma.
Los republicanos no sólo se quedaron con la mayoría del Senado y en la Cámara de Representantes, sino con gobernadores en estados que no habían visto los colores del "Old Party" en mucho tiempo. Ahora, Obama no solo enfrenta crisis económica, migratoria e impopularidad, sino una minoría parlamentaria que no vislumbra un nuevo período presidencial.
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