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Para afrontar los "graves problemas sociales" el líder del partido Izquierda (IU), Alberto Garzón, pidió este miércoles la conformación "urgente" de un gobierno en España, que afronte las consecuencias de los últimos seis años de medidas neoliberales.
Las declaraciones de Garzón se dan en el marco de la ronda de contactos que anunció el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, quien busca una solución a la parálisis institucional que sufre este país, sin un ejecutivo estable desde diciembre de 2015.
>> España: Rey Felipe decide no abrir nueva ronda de contactos con partidos
La disposición del IU en apoyar una hipotética administración encabezada por el PSOE, la afirmó Garzón mediante un comunicado en el que informó que su agrupación, como Unidos Podemos -alianza con el partido antiausteridad Podemos tienen la intención de formar una alianza.
Garzón aclaró que este apoyo se dará "siempre y cuando exista un compromiso programático con medidas destinadas a mejorar la vida de la clase trabajadora".
El líder del partido Izquierda Unida pese a no compartir el proyecto del PSOE consideró necesario encontrar una salida para evitar unas terceras elecciones. Acusó al PSOE de ser copartícipe de los recortes sociales que a partir de 2010 extendieron la desigualdad y la pobreza en este país.
En contexto
En los comicios del 26 de junio, el PP obtuvo 137 escaños, por delante del PSOE, que obtuvo 85, la coalición de izquierdas Unidos Podemos obtuvo 71 curules y los liberales de Ciudadanos 32.
Esto en un Congreso que se completa con varios pequeños partidos nacionalistas. Dicho panorama fue similar en la votación anterior del mes de diciembre de 2015. El horizonte no parece cambiar mucho si se vuelven a celebrar elecciones este diciembre.
Rajoy había fracasado el 31 de agosto en su primer intento de obtener un segundo mandato, cuando quedó a tan solo seis votos de los 176 que necesitaba para alcanzar mayoría absoluta en una asamblea de 350 escaños y así formar Gobierno.
En la segunda votación celebrada el 2 septiembre se necesitaba solo 11 abstenciones para que Rajoy llegara al poder, pero los mismos 180 parlamentarios que lo rechazaron el miércoles repitieron el viernes.
