Los paramilitares no dejan de arremeter contra la vida y la estabilidad de miles de colombianos y en especial hacia la parte suroccidental del país, donde grupos armados controlan las comunidades que demandan servicios públicos desde su fundación.
Ante esa cruda realidad la exsenadora de Colombia, Piedad Córdoba, denunció este jueves que paramilitares han intensificado sus ataques contra las comunidades de Buenaventura, ciudad ubicada al suroccidente del país suramericano.
A través de su cuenta en Twitter @piedadcordoba la defensora de los derechos humanos denunció que en la Punta Icaco y en la vereda La Esperanza, paramilitares están desplazando comunidades enteras.
Denuncio que en las en Punta Icaco y en la vereda La Esperanza paramilitares están desplazando comunidades en Buenaventura.
— Piedad Córdoba Ruiz (@piedadcordoba)
agosto 27, 2015
En Buenaventura queda el principal puerto colombiano en el Océano Pacífico, por ello sus habitantes son víctima directa de los grupos paramilitares que se disputan el control por donde sale buena parte de la droga hacia Centroamérica.
Por ese mismo puerto, ingresa la mayor cantidad de armas y dinero proveniente del narcotráfico y contrabando. Ante esa realidad que afecta a las personas que residen en Buenaventura, el Gobierno no ha tenido la capacidad de poner fin al flagelo que atenta contra la vida de miles de personas.
De acuerdo con el Registro Único de Víctimas, desde 1999 hasta noviembre de 2013, unas 129 mil 981 personas salieron desplazadas de Buenaventura. 40 por ciento de esa población corresponde a niños y niñas.
Olvidada por el Estado
Buenaventura es una región totalmente abandonada por el Estado, así lo denuncian organizaciones campesinas y lideres sociales que promueven campañas contra el atropello que se vive en esa zona.
La carencia de servicios públicos y oportunidades de trabajo para sus residentes ha incidido en el accionar del paramilitarismo y radicalización del conflicto armado.
Uno de los delitos más frecuentes que se registra en esa zona de Colombia es el secuestro y los descuartizamientos de personas, método que es utilizado para sembrar pánico en la población y lograr los desplazamientos forzados.
Cruda realidad
Durante un recorrido por comunidades de Buenaventura, la exsenadora colombiana reportó que la lucha de líderes indígenas contra los paramilitares persiste pese al temor de ser asesinados o descuartizados en las llamadas “Casas de Pique”.
Él es Ligio Quiro, indígena valiente que lidera comunidad de Buenaventura contra los paramilitares de "casa de pique" pic.twitter.com/RNPtkClMFA
— Piedad Córdoba Ruiz (@piedadcordoba)
agosto 27, 2015
Ella es Yury Jiménez, me contó que su hijo de 16 años fue “picado" por paramilitares en una "casa de pique" en B/tura pic.twitter.com/ZhjmZZPw5I
— Piedad Córdoba Ruiz (@piedadcordoba)
agosto 27, 2015
Recientemente, en Venezuela fueron detenidos los presuntos responsables de un asesinato que guarda similitudes con los métodos utilizados por el paramilitarismo en Colombia.
Se trata de la venezolana Liana Aixa Hergueta González, de 53 años, quien fue brutalmente asesinada y desmembrada por un militante de la ultraderecha que confesó haber sido entrenado por paramilitares vinculados al expresidente de Colombia, Álvaro Uribe.
Vea nuestro especial: Paramilitarismo en Venezuela
Desde entonces, el Gobierno venezolano ha promovido varias acciones contra los delitos perpetrados por el paramilitarismo. Una de esas medidas fue haber creado comandos de paz en toda la nación suramericana para enfrentar a los grupos desestabilizadores que pretenden arremeter contra el pueblo.