En Paraguay, los gremios de docentes llevan a cabo desde este miércoles una serie de paros y movilizaciones que mantendrán por dos días como medida de presión para que sean escuchados sus pedidos de aumento salarial del 10 por ciento, incremento del presupuesto de educación para el 2015, la reparación de una importante cantidad de escuelas en mal estado y el respeto al escalafón docente.
Los sindicatos plantearon que mientras se niegan las demandas a su sector, el Ejecutivo cedió a las exigencias de los empresarios privados del transporte, para evitar que fueran a huelga, el subsidio del precio del pasaje, entregándoles 15 millones de dólares no reembolsables para nuevos buses.
Silvio Pires, a nombre de la Federación de Educadores de Paraguay, anunció que se suspenderán las clases durante el miércoles y jueves, convocando a marchas y protestas callejeras, para luego culminar las actividades con una concentración en Asunción.
Por su parte, la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios, que protagonizo la víspera una sonada protesta en cuatro zonas de esta capital y en ciudades del interior del país, apoyó la actuación docente señalando que los maestros reivindican derechos arrebatados.
Paralelamente a la huelga de educadores y a pesar de una reunión sostenida con el presidente Horacio Cartes, los sindicatos que agrupan a los médicos y restantes trabajadores de la salud, reafirmaron su paro escalonado que este miércoles se alargará a tres horas en hospitales y otros centros.
Esa huelga continuará agregándose una hora más cada día hasta el fin de esta semana, en que se celebrará una asamblea general para determinar acciones a seguir de acuerdo con la respuesta dada por el Ejecutivo a la falta de medicinas e insumos y al atraso en el pago de salarios.