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Francisco se refirió en su discurso a las personas mayores y su aporte a la sociedad.

Francisco se refirió en su discurso a las personas mayores y su aporte a la sociedad. | Foto: EFE

Publicado 24 septiembre 2015



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El Sumo Pontífice se dirigió a los miembros legislativo norteamericano, a los que llamó a defender y custodiar la dignidad de sus compatriotas. 

El papa Francisco abogó este jueves ante el Congreso de Estados Unidos por una respuesta humana, justa y fraterna hacia los refugiados, así como la adopción de una solidaridad mutua.

La máxima autoridad de la Iglesia católica resaltó que el mundo está viviendo la peor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial, ante lo cual consideró que no se les puede dar la espalda a esas personas y, por el contrario, se debe atender a quienes emigran en busca de mejores condiciones de vida.

“Esta crisis presenta grandes retos y decisiones”, consideró.

Asimismo, recordó que “en este continente hay miles de personas que han tenido que viajar al norte a buscar mejores oportunidades para sí y para sus seres queridos, en un anhelo de vida con mayores oportunidades. ¿Acaso no es lo que nosotros queremos para nuestros hijos?”.

El pontífice exhortó a no dejar que los números intimiden, a mirar a las personas, sus rostros, escuchar sus historias mientras se lucha por asegurarles la mejor respuesta a su situación.

“Si queremos vida, brindemos vida, si queremos oportunidades debemos suministrar oportunidades. Con la vara que midamos a los demás será la misma con la que seremos medidos”.

Abolición de la pena de muerte

Durante su discurso hacia los miembros del Congreso, Francisco trajo a colación también el tema de la pena de muerte, acción que rechazó contundentemente.

Destacó que desde el principio de su ministerio ha defendido de distintas maneras la abolición global de la pena de muerte, al tiempo que respaldó la formación de una buena sociedad en la que se otorgue el derecho al arrepentimiento y la rehabilitación.

“La regla de oro nos recuerda la responsabilidad que tenemos de custodiar y defender la vida humana en todas las etapas de su desarrollo. Esta certeza es la que me ha llevado, desde el principio de mi ministerio, a trabajar en diferentes niveles para solicitar la abolición mundial de la pena de muerte”, dijo.

El Vicario de Cristo aseguró que todas las vidas son sagradas y que la sociedad únicamente puede beneficiarse de la rehabilitación de quienes han sido acusados de cometer crímenes.

De igual manera, enalteció la labor de los obispos estadounidenses, que recientemente renovaron el llamado para la abolición de la pena máxima; acción en la que “no solo los apoyo, sino que también ofrezco el aliento a todas las personas que están convencidas de que el castigo no debe excluir el llamado a la rehabilitación”.

Responsabilidad Social

El papa Francisco consideró además que una sociedad política es exitosa cuando busca satisfacer las necesidades comunes y estimula el crecimiento de sus miembros,  especialmente de aquellos que se encuentran en situaciones de gran vulnerabilidad o riesgo.

En el tercer día de su visita apostólica al territorio norteamericano, el Sumo Pontífice expresó que todas las personas de un país tiene una responsabilidad social. Todos ustedes tienen responsabilidades como miembros del Congreso, a través de sus actividades deben permitirle a este país crecer como nación, dijo a los legisladores.

Aboga por los pobres

Incluyó en su discurso en tema de la pobreza y se preguntó ante el Congreso estadounidense, cuánto progreso se ha realizado para ayudar a las personas a escapar de este problema. Resaltó que es preciso una distribución y redistribución de la riqueza, por lo que llamó a los empresarios a buscar una economía que sea “sostenible e inclusiva”, así como generar empleos como parte de sus servicios para “el bien común”.

Condenó el “silencio culpable” de quienes financian la guerra

El Sumo Pontífice también recordó las palabras del estadounidense Thomas Merton para hacer referencia a las guerras provocadas por diferencias entre naciones. “Vine al mundo. Libre por naturaleza, a imagen de Dios, sin embargo fui prisionero de mi propia violencia y mi propio egoísmo, a imagen del mundo al que había venido", citó Francisco e invitó a los políticos a estar “al servicio del diálogo y de la paz”.

Para el pontífice, esto involucra ponerle fin a muchos conflictos armadas presentes en el mundo, abandonar la venta de armas mortales que “han sido vendidas a aquellos que quieren infligir dolor contra individuos y sociedades”.

Aseguró que el dinero obtenido con estas armas, está “bañado en sangre” a menudo de inocentes, frente al “silencio culpable”, por lo que llamó a “detener a los ataques con armas”.

Hacer la diferencia para atender el cambio climático

En cuanto al cambio climático, un tema frecuente en su agenda, el Papa recordó “el papel importante” que esa nación y los congresistas tienen que desempeñar, instó a tomar acciones valientes y a implementar una cultura del cuidado para atender este problema que nos afecta a todos.

“Pido un esfuerzo valiente y responsable para redirigir nuestros pasos y evitar los efectos más graves de la deterioración del ambiente causado por la actividad humana”.

“Estoy convencido de que podemos hacer una diferencia”, aseveró el máximo líder de la Iglesia católica y agregó que “el cambio climático es un problema que no puede dejarse a una generación futura. En lo referente a cuidar nuestra 'casa común' estamos viviendo un momento crítico de la historia". Apuntó que es necesario divisar formas inteligentes de desarrollo y colocar la tecnología al servicio de un progreso más sano, más humano, más social y más integral.

Defendió la vida en familia

Asimismo, anunció que va a participar en el Encuentro Mundial de la Familia, que se celebrará en Filadelfia los días 26 y 27 de septiembre. Al respecto, el Pontífice resaltó la importancia de mantener el apoyo a las familias y manifestó su preocupación por los problemas que la amenazan, especialmente, a los jóvenes que, a su juicio, son los más vulnerables y están atrapados en una masa de violencia y desesperanza. “Sus problemas son nuestros problemas”, afirmó Francisco y llamó a enfrentar esas dificultades con “soluciones efectivas”, “en lugar de simplificarlos”.

Francisco, el primer Papa en visitar ese órgano estadounidense, se mostró interesado, además, en aprovechar esta oportunidad para establecer un diálogo con las mujeres y hombres que dedican sus días a trabajar de manera honesta a fin de construir una mejor vida para sus familiares. “Estos son hombres y mujeres que no se preocupan solo por pagar los impuestos sino también por sostener la vida de la sociedad”, sostuvo. 

Al mismo tiempo, manifestó, su interés por dialogar con las personas mayores, quienes tienen una gran sabiduría y continúan trabajando a favor de esta tierra. 

Continúa su agenda en EE.UU.

Al finalizar su discurso en el Congreso, el Papa salió al balcón y dirigió una bendición a quienes aguardaban afuera de este lugar, especialmente a los niños.

Posteriormente, se dirigió a la Parroquia San Patricio en Nueva York, donde se reunió con sintecho, frente a los cuales aseveró que “no hay ningún motivo de justificación social, moral o del tipo que sea para aceptar la falta de alojamiento” que los afecta.

“Son situaciones injustas”, apuntó que Papa, quien invitó a la sociedad a movilizarse por la caridad.


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