El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, evaluó la situación de Irak con los líderes del Congreso estadounidense, donde analizó las opciones militares en ese país, sumido en un conflicto provocado por los radicales islámicos del grupo Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL).
"El presidente presentó una actualización de los esfuerzos del gobierno para responder a la amenaza del EIIL, instando a los líderes de Irak a dejar de lado las agendas sectarias y acercarse con un sentido de la unidad nacional", dijo la Casa Blanca en un comunicado, después de la reunión con los congresistas en el Despacho Oval.
Según una nota por la agencia BBC, el presidente tiene un amplio rango de opciones, desde los ataques aéreos hasta proveer entrenamiento adicional, pero que probablemente lo mínimo que EE.UU. hará es enviar aviones no tripulados de vigilancia.
La reunión viene luego de que este martes, el mandatario norteamericano conversara con el Consejo de Seguridad Nacional (NSC) para estudiar distintas opciones de respuesta a la crisis en Irak para detener el avance de los yihadistas.
A pesar del discurso retórico, Estados Unidos envió unos 300 militares a Irak, según publicó este martes un diario estadounidense.
Uno de las supuestas razones es proteger la embajada estadounidense en la capital iraquí, pues 170 de los diplomáticos están en la sede de Bagdad (capital), sin embargo, el presidente Obama insiste en que no intenta enviar tropas terrestres para combatir a los insurgentes.
Los radicales islamistas del Estado Islámico de Irak y el Levante siguen avanzando y este martes tomaron la mayor parte de la ciudad shií de Tal Afar, en la provincia de Nínive, en unos enfrentamientos que dejaron decenas de muertos, según informaron las fuerzas de seguridad iraquíes. En días previos, tomaron el control de la segunda ciudad del país, Mosul, y amenazan con llegar hasta la capital.