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Los expertos tuvieron que abandonar el lugar por la cercanía de los combates entre las fuerzas militares de Kiev y los independentistas. (Foto: EFE)

Los expertos tuvieron que abandonar el lugar por la cercanía de los combates entre las fuerzas militares de Kiev y los independentistas. (Foto: EFE)

Publicado 2 agosto 2014



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La misión de la OSCE abandonó la zona del lugar del avión malasio derribado al este de Ucrania por combates cernanos. "Se produjeron lo suficientemente cerca para tomar la decisión de marcharse", dijo el encargado de la misión, Alexander Hug.

La Organización para la Cooperación y la Seguridad en Europa (OSCE), informó este sábado que el grupo de expertos que se encontraba en el lugar donde fue derribado el avión malasio en el este de Ucrania tuvo que abandonar la zona a consecuencia de los fuertes combates entre el Ejército e independentistas que se siguen registrando en la zona.

Los inspectores escucharon disparos de artillería a una distancia de unos dos kilómetros. "Se produjeron lo suficientemente cerca para tomar la decisión de marcharse. El impacto de los disparos era muy ruidoso y el suelo temblaba", explicó a la prensa Alexander Hug, jefe adjunto de la misión de la OSCE en Ucrania.

Al menos unos 70 inspectores internacionales se encontraban desde el viernes en el lugar del derribamiento de la aeronave. Se trataba de un convoy de 20 coches con inspectores de la OSCE y expertos holandeses y australianos.

Previo a la retirada, científicos holandeses habían señalado que la búsqueda de restos humanos era considerada prioritaria con respecto a la determinación de las causas de la tragedia aérea.

El viernes, el Gobierno holandés informó que se pudo identificar a una segunda víctima, la primera fue identificada el pasado 26 de junio, y reiteró que los trabajos de identificación de los cuerpos "podrían durar meses". De los 298 muertos del avión, 193 eran holandeses y 27 australianos.

Crisis ucraniana

La alcaldía de Lugansk, advirtió que este bastión independentista y escenario de enfrentamientos, está al borde de una catástrofe humanitaria, ya que carece de agua, electricidad o suministro de alimentos.

Esta capital regional situada cerca de la frontera rusa, está asolada por los enfrentamientos casi constantes entre las fuerzas ucranianas e independentistas desde hace semanas. "Lo que ocurre hoy en Lugansk (...) es una auténtica guerra que le ha costado la vida a más de 100 habitantes pacíficos", dijo la alcaldía.

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, expresó su preocupación al presidente de Rusia, Vladimir Putin “por el creciente apoyo de Rusia a los separatistas en Ucrania".

A través de un comunicado, la Casa Blanca (sede de Gobierno estadounidense) Obama “resaltó su preferencia por una solución diplomática a la crisis en Ucrania, y los dos líderes acordaron mantener sus canales de comunicación abiertos".


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