La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), informó que en el ataque lanzado el pasado 27 de enero contra zonas residenciales de la ciudad ucraniana de Lugansk (este) se utilizaron bombas de racimo.
"La misión especial de observación de la OSCE determinó que parte de los edificios presentan daños propios de fragmentos de metralla procedentes de municiones de racimo", señala el informe publicado en su portal web.
La autoproclamada República Popular de Lugansk (RPL) denunció que había sido víctima de un bombardeo por parte de Kiev que dejó unas 11 personas heridas. Tras el ataque, los independenstistas aseguraron que las fuerzas ucranianas usaron municiones de fósforo y bombas de racimo.
Armamento pesado
La misión de la OSCE ha dicho que en Donbass se han registrado numerosos ataques con armas pesadas. Según el informe de este martes, fueron visitadas seis zonas bombardeadas el domingo y lunes en Donetsk y detectaron los daños causados a la infraestructura y viviendas.
“Uno de esos bombardeos acabó con la vida de una menor e hirió a dos personas, mientras que en otro ataque murieron dos civiles, según testimonios de los vecinos”, dice el informe de la OSCE.
Asimismo, se informó que el aparato detectó la presencia de numerosos vehículos militares, tanques incluidos, a los dos lados de la línea de combates.
Tras la suspensión de las negociaciones de paz entre Ucrania y los independentistas, los representantes de Donbaas indicaron que no volverán a sentarse en la mesa hasta que no cesen las hostilidades en el sureste ucraniano.
EN CONTEXTO
El conflicto en Ucrania inició tras la operación militar que Kiev lanzó en el este de ese país contra los independentistas que no reconocen al nuevo Gobierno impuesto tras el derrocamiento del presidente Viktor Yanukovich en 2013.
Desde el pasado 13 de enero se han registrado intensos enfrentamientos pese a la tregua declarada en las conversaciones realizadas en Bielorrusia.