ONU cuestiona acuerdo de Argentina con los fondos buitre

Los expertos del consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Juan Pablo Bohoslavsky y Alfred de Zayas, analizaron que el acuerdo de Argentina con los fondos buitre “aumentará el riesgo moral y alentará litigios disruptivos de los acreedores hold out en todo el mundo".

Determinaron que los pagos “no son buenas noticias para los intentos de resolver la crisis de la deuda en forma oportuna y de una manera sensible a los derechos humanos”, citó políticargentina.com.

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Ante el panorama de una “gran presión financiera (...) un acuerdo validaría el tipo de litigios predatorios que han aumentado durante la última década”, por lo que dificulta la solución de las crisis de deuda “de una manera justa, oportuna y eficiente".

El Experto Independiente sobre las consecuencias de la deuda externa en los derechos humanos, y el Experto Independiente sobre la promoción de un orden internacional democrático y equitativo, respectivamente, vislumbraron que “alcanzar un acuerdo con los fondos buitres podría permitir a Argentina volver a tomar deuda en los mercados financieros internacionales, pero para poder pagar a los hold outs el Estado tendrá que aumentar su endeudamiento”. 

El pago también traería como consecuencia la desigualdad económica y abriría paso a una posible inestabilidad financiera.

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La profesora de la Universidad de Georgetown y especialista en finanzas internacionales y deudas soberanas, Anna Gelpern, alertó que el pacto entre el Gobierno del presidente Mauricio  Macri con los bonistas es "una burla para cualquier noción de equidad e igualdad" y podría hacer que en otros casos de default "más acreedores quieran convertirse en holdouts", publicó Paterson Institute for International Economics.

"El reciente acuerdo muy claramente recompensa al mayor grupo de holdouts en cualquier reestructuración de deuda soberana en la memoria moderna", dijo la experta.

En la nota destacaron que no se debe dejar de lado el hecho de que “unos pocos 'free riders' esperen un tiempo largo y obtengan ganancias astronómicas”.

Gelpern indicó que "con el modelo de demanda disponible, validada por una corte de apelación norteamericana y probada en acción, convertirse en holdout no es más un juego salvaje y exótico: es una opción viable de inversión. Negociaciones trabadas y crisis prolongadas bien podría ser el resultado".

Destacó que lo peor de este pacto es que se ha creado “un arma inmensamente potente (para) que una pequeña minoría de acreedores puede ahora usar de rehenes a países y al resto de los acreedores” que obtendrán más de mil por ciento de retorno de sus inversiones iniciales.

"Las disparidades son crecientes, no solo entre los bonistas que entraron a los canjes y los holdouts pero también entre los holdouts, algunos de quienes ganaron un interés anual del 101 por ciento, mientras que otros obtienen el interés de los bonos del Tesoro norteamericano. Este resultado exalta la sofisticación y la audacia, mientras que castiga la confianza y la cooperación", concluyó.