La Organización de las Naciones Unidas (ONU) alertó este viernes sobre la precaria situación en la que se encuentra la comunidad musulmana rohingya en Bangladés.
El organismo internacional hizo un llamamiento de ayuda para evitar una catástrofe sanitaria, a causa de la escasez de alimentos, de agua y de campamentos llenos de desperdicios y excrementos.
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Es así como la ONU afirmó que se necesitarán 167 millones de euros (unos 200 millones de dólares) en los seis próximos meses para hacer frente a la "catastrófica" crisis humanitaria de los refugiados.
"Los campamentos están superpoblados en este momento, literalmente desbordados", declaró en Ginebra Andrej Mahecic, portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).
Sin un lugar al que llamar hogar; los últimos #refugiados #rohingya en Bangladesh. Vía @europapress ➡️ https://t.co/eBmlWqciak pic.twitter.com/iCzeI7HUIP
— ACNUR Comité Español (@eACNUR) 22 de septiembre de 2017
La minoría rohingya de Myanmar está considerada como una de las comunidades más perseguidas del mundo. Antes de la crisis actual, alrededor de un millón vivían en Myanmar, un país que les retiró la ciudadanía y en el que son considerados extranjeros desde 1982.