La Alta Comisionada de la Organización de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, manifestó este viernes su preocupación por los altos niveles de asesinatos, heridos y desplezados que hay en Irak como consecuencia de las acciones terroristas del grupo Estado Islámico de Irak y Levante (EIIL), luego que invadieran hace tres días a Mosul y otras zonas del norte del país.
"Soldados iraquíes fueron ejecutados de forma sumaria durante la toma de Mosul, y 17 civiles que trabajaban para la policía en una calle de la ciudad el 11 de junio", ha recordado el portavoz de Pillay, Rupert Colville, quien además subrayó que los rebeldes persiguen a todos aquellos que perciben como asociados con el gobierno.
Pillay también se refirió al asesinato de otras 13 personas que trabajaron para las fuerzas de seguridad iraquíes a manos de los integrantes del EIIL en Dawasa, en las periferias de Mosul. De igual modo, lamentó el suicidio de cuatro mujeres que habían sido violadas por elementos del grupo terrorista, vinculado a Al-Qaeda, en Mosul, y reprochó la medida del EIIL de liberar a más de 2000 presos, entre ellos criminales acusados de terrorismo.
La jefa de derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió a las partes en conflicto que están obligados por el derecho internacional a tratar con humanidad a los miembros de las fuerzas armadas que hayan depuesto las armas, o que están fuera de combate.
Asimismo recordó que se deben tomar todas las precauciones posibles, en las zonas bajo su control efectivo, para proteger a los civiles de los efectos de las hostilidades, y de respetar, proteger y satisfacer las necesidades básicas de la población civil.
Advirtió que "habrá un escrutinio particular de la conducta de ISIL (o EIIL) , dado su historial bien documentado de cometer graves crímenes internacionales en Siria".