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  • Un lobo marino seduciendo a un pingüino en la isla Marión (Foto:AP)

    Un lobo marino seduciendo a un pingüino en la isla Marión (Foto:AP)

Publicado 21 noviembre 2014



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Una nueva forma de copular se está viendo en las Islas Marión, ubicadas en el Océano Índico Subantártico, entre focas macho jóvenes y pingüinos. Los investigadores advierten que puede volverse una costumbre.

A orillas del inmenso mar de la Isla Marión (Sudáfrica) las focas macho se aparean de modo agresivo con pingüinos de cualquier género que puedan cazar, y repiten la acción hasta el cansancio. 

Un grupo de científicos investiga este fenómeno del mundo animal desde 2006, cuando vieron por primera vez a una foca intentando copular con un pingüino y pensaron que se trababa de un juego sexual.

Este comportamiento volvió a repetirse este año en varias ocasiones y no pasó desapercibido por la vista de los científicos. La revista Polar Biology publicó los detalles de la investigación que ha puesto a pensar a los expertos en si se trata de un patrón de conducta aprendida por las focas o se trata de frustración de los machos. 

Cuando publicaron las primeras observaciones en 2006, los investigadores consideraron que se trataba de un lobo marino frustrado y con poca experiencia sexual, así como en la posibilidad de un acto agresivo entre ambos.

Sin embargo, con las observaciones que analizan actualmente se han sorprendido. 

"Honestamente no esperaba que se repitieran actos similares a los de 2006 y menos en ocasiones múltiples", explica Nico de Bruyn, del Instituto de Investigación de Mamíferos de la Universidad de Pretoria, en Sudáfrica.

El equipo de Bruyn, monitorea frecuentemente este comportamiento extraño en focas macho y descubrió que las jóvenes son las que atacan sexualmente a pingüinos, tantos machos como hembras.

¿Conducta aprendida?

Sus cámaras grabaron cómo las focas perseguían, capturaban y penetraban al pingüino. En ocasiones sólo intentan montarse sobre el ave, pero no lograban copular. Otras veces mataron al pingüino luego del apareamiento.

Los investigaciones presenciaron que las focas macho veían a sus padres intentando aparearse con un pingüino y lo imitaban. “Las focas tienen la capacidad de aprender, lo sabemos por cómo es su comportamiento para buscar alimentos", explica de Bruyn.

De modo que este comportamiento podría estar convirtiéndose en una conducta aprendida por los lobos marinos fogosos por la alternación hormonal en tiempos de reproducción. 

¡Insólito!

Este es el primer registro de copulación por forcejeo entre especies diferentes observado de pinnípedos (grupo que incluye a focas y lobos marinos), pues se está mezclando un mamífero y un ave.

"Yo creo, genuinamente, que la frecuencia de esta conducta está aumentando, pero si se trata de una conducta aprendida, no entendemos aún qué beneficios obtienen los machos jóvenes", añadió Bruyn.

Lo inusual del caso es que los investigadores notaron que los lobos no buscan penetrar a pingüinos por frustración sexual, sino por la costumbre de ver que lo hacen sus padres. 

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