Géry Leuliet, el obispo más anciano del mundo, falleció el pasado jueves a los 104 años de edad, en Arras, su región natal al norte de Francia.
El episcopado hizo el anuncio del fallecimiento del obispo que desde 2012 el decano de la asamblea de obispos del mundo entero.
Leuliet se retiró a su ciudad de origen después de superar los 75 años de edad, el límite para los obispos. Fue nombrado obispo por el papa Juan XXIII en 1963.
En 2009 murió el que le precedía en la lista de los más ancianos del mundo. Antonio Rosario Mennonna, el obispo más anciano de Italia y segundo obispo más anciano del mundo a los 103 años de edad.