El Ministerio para la Comunicación y la Información de Venezuela (Minci) deploró este lunes el tratamiento informativo del diario estadounidense The New York Times en una nota publicada sobre la situación de derechos humanos en el país.
En el texto publicado se presenta una descripción distorsionada sobre el respeto a los derechos humanos en la nación suramericana, al trabajar con parcialidad el tema la presunta represión por funcionarios militares durante las protestas ocasionadas por sectores de derecha.
La nota, redactada por William Neuman, corresponsal de NYT en Caracas, recrea una historia poco creíble sobre la situación de violencia que vivió el país recientemente a causa de grupos vandálicos, destaca el Minci en un comunicado.
"El periodista parece no haber visto ningún acto de violencia en el país, cuya población ha sido víctima de una ola de terror dirigida por grupos de derecha alentados desde el exterior. No describe ninguna de esas manifestaciones violentas, ataques a las escuelas, preescolares y universidades, servicios públicos y actos ecocidas, además de que no relata las historias de las decenas de víctimas de los grupos de choque que actúan en municipios del este de Caracas, gobernados por alcaldes de oposición", resalta la misiva.
La información, explica el Minci, presenta hechos que se enfocan en una sola visión y no se sustentan de contexto, solo de cifras suministradas por sectores de la derecha.
Newman"no da fe de haber visto nada. Es una secuencia de historias que, por repetición, pretenden afectar al lector e indisponerlo contra las autoridades venezolanas", repudia el Ministerio.
Además condenan el uso de las declaraciones de Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano, un grupo de Washington, sobre la situación en el país, puesto que es reconocido por su aversión a la Revolución Bolivariana, por lo que es una información no constatada.
Desde el pasado 12 de febrero pasado hasta hace semanas, sectores de derecha auparon a grupos violentos para generar terror en municipios opositores, lo que dejó 41 víctimas, entre civiles y efectivos de las fuerzas de seguridad del Estado venezolano.