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La dirigente de la Organización argentina Tupac Amaru, Milagro Sala, exigió al Tribunal Oral Federal de Jujuy que no se someta al poder político, durante su alocución en el juicio que se mantiene en su contra y otros dos activistas.
"Le pido a los señores jueces que no se dejen apretar por el poder político, dicten lo justo", manifestó Sala desde el juzgado federal de la provincia de Jujuy, donde este viernes se ofrecerá veredicto final.
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En el mismo orden de ideas, Ramón Salvatierra, también acusado militante de Tupac Amaru, solicitó a los jueces que "no se dejen llevar por delante; solo pido justicia".
Con un fuerte aplauso y la sala de pie ingreso Milagro Sala a la sala de audiencias pic.twitter.com/vQUJ02jUuA
— Prensa Tupac (@PrensaTupac) 28 de diciembre de 2016
En medio de una creciente expectativa, con medios de prensa con transmisión en vivo y dirigentes y legisladores de distintas partes del país que llegaron para expresar su apoyo a la dirigente social, criticó el retroceso que viven los argentinos.
"Hemos dignificado, hemos recuperado la cultura del trabajo, hemos recuperado a miles de jóvenes de la prostitución, del robo... es como si nuestro país estuviese retrocediendo", lamentó Sala.
El motivo del proceso se remonta a 2009, cuando supuestamente Sala organizó una manifestación contra el aquel entonces senador Gerardo Morales, en la que le arrojaron huevos.
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Tras este incidente, Gerardo Morales actual gobernador de la provincia de Jujuy, presentó una denuncia en la Justicia que derivó en el procesamiento de la activista por haber perpetrado amenazas y ataques contra una figura pública.
El desarrollo de la causa se alargó y en mayo pasado el tribunal de Jujuy desestimó los cargos, pero una instancia superior anuló la decisión y decretó el inicio del juicio contra Sala, Salvatierra y Graciela López por administración fraudulenta y asociación ilícita.
La lideresa de Tupac Amaru sostuvo que el error de ella y sus compañeros, fue haber dignificado a sus militantes, empeñarse en educar a los jóvenes y alejarlos de los vicios productos de la pobreza.
"Ese fue nuestro pecado, y no lo siento tal como un pecado forzoso, simplemente lo que queríamos era igualdad en un país rico, donde hay mucha plata", dijo.
