El vicepresidente de Brasil, Michel Temer, dijo que aún está "estudiando" la composición de su Gobierno, en caso de que proceda la destitución de la actual jefa de Estado, Dilma Rousseff.
Temer, en una entrevista a un medio local, afirmó que no ha realizado "invitaciones formales" a ningún político para que integre su eventual gobierno, pero tampoco descarta la posibilidad de hacer llamadas a funcionarios que hayan sido acusados de corrupción.
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"En cualquier caso, en términos más generales, lo que puedo decir es que la investigación sigue siendo lo que es, una investigación. Así que no sé si esto es un factor que impide un eventual nombramiento", manifestó el vicepresidente respecto a estos funcionarios.
El vicepresidente Temer manifestó estar de acuerdo con la lista de requisitos que el Partido Social Democracia Brasileña (PSDB) pone como condición para respaldar su eventual Gobierno.
Temer apuntó que solo está esperando la decisión del Senado, pero que ya tiene previsto "producir algo productivo para el país", en especial en el área económica.
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Su primera labor sería la reducción del número de ministerios, en especial los dedicados a prestación de seguridad social de los sectores más desfavorecidos del país, según analistas.
Aunque Temer aseguró que la intención de su gobierno no es ir contra los derechos sociales del pueblo, éste prevé reducir a 25 ó 27 los ministerios, de los 31 que actualmente hay, muchos de ellos diseñados durante los mandatos del Partido de los Trabajadores, con Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, para ayudar a la ciudadanía.
Cabe acotar que Temer incluso ya ha sostenido reuniones con el opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y dice haber aprobado una lista con los requisitos para que el partido apoye su gestión.
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