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El secretario de Relaciones Exteriores de México, José Antonio Meade, señaló que su país y Estados Unidos sólo podrán mejorar la competitividad de la región norteamericana si cambian la forma de tratar su frontera común.
"No estamos reconociendo el hecho de que la competitividad de Norteamérica, en muchos sentidos, pasa por planear mejor nuestras infraestructuras y nuestros puertos", señaló el secretario durante su intervención en un foro internacional.
México es el tercer socio comercial de Estados Unidos, por detrás de China y Canadá, con unos 500 mil millones de dólares al año en intercambios. A su vecino del norte envía más del 80 por ciento de sus exportaciones. Además, 70 por ciento del comercio entre ambos países se hace a través de la frontera común, que tiene más de tres mil kilómetros.
Meade defendió que las reformas estructurales emprendidas por el presidente Enrique Peña Nieto en materia de telecomunicaciones, finanzas, energía y educación están permitiendo a México garantizar más competencia y flexibilidad, lo que beneficia su relación con Estados Unidos.
"México tiene claro que tener una buena macroestructura no es suficiente (...) Necesitamos preparar a nuestra sociedad a través de la educación", agregó Meade.
La tan ansiada reforma
El secretario de la cancillería mexicana afirmó que el gobierno de Peña Nieto apoya el debate sobre la reforma migratoria en Estados Unidos -que beneficiaría a unos 11 millones de indocumentados- "porque debe reconocerse el valor de la comunidad migrante", al margen de mantener "un absoluto respeto hacia sus derechos laborales y sus derechos humanos".
"Para México es muy importante reconocer la valía de la comunidad migrante aquí (en Estados Unidos), al tiempo que lo es que se reconozca que las aportaciones que han hecho a la economía es muy valiosa", puntualizó.
Aseguró que México "buscará que ese debate se de con los mejores elementos de información posible y en pleno respeto a las instancias de política interna", agregó.
El Senado estadounidense aprobó el año pasado una ambiciosa reforma del sistema migratorio, pero desde entonces permanece bloqueado en la Cámara de Representantes, controlada por el partido republicano.
El debate tiene pocas posibilidades de avanzar este año, a la espera de las elecciones legislativas de noviembre que renovarán la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado.
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