Indígenas mayas tienen en su poder los documentos que avalan su propiedad, y motivados por los tiempos de paz en ese territorio, se movilizan para retomar lo que desde tiempos ancestrales les pertenece, y que se les quitó para construir la zona militar número 21 del ejército de Guatemala.
El pueblo maya, desplazado en Guatemala, se organiza para exigir al estado la devolución de sus tierras ancestrales arrebatada violentamente por el ejército en agosto de 1969.
Estas familias están dispersas en diferentes partes de Guatemala, arrendando tierras y alquilando sus viviendas, siempre golpeadas por la pobreza.