La sangrienta ofensiva terrestre de Israel continuó este jueves y cobró la vida de más setenta palestinos, elevando la cifra de muertos a 752. A 16 días de ataques aún no se concreta la posibilidad de un cese al fuego, mientras el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, manifestó que progresan las negociaciones entre las partes.
Hamás, el grupo islámico palestino blanco de Israel, tampoco ha dejado de lanzar cohetes hacia Tel Aviv, aunque asegura estar dispuesto a aceptar una tregua. Al menos 32 soldados han muerto, la mayoría en combate en Gaza, dos civiles en Israel por un obús disparado desde Gaza, y un trabajador extranjero víctima de un obús palestino.
Entre tanto, el gobierno israelí intenta suavizar el daño económico que ha causado la suspensión de vuelos de Estados Unidos, Francia y Alemania al principal aeropuerto del país, por el conflicto en la Franja.
Este miércoles, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) extendió la suspensión de los vuelos de las aerolíneas estadounidenses al aeropuerto Ben Gurion por otras 24 horas.
Otras seis personas murieron en la madrugada y el balance no cesa de agravarse, señaló el servicio de emergencia Al Qudra.
Defensores de derechos humanos indican que más del 80 por ciento de los palestinos muertos son civiles, y el Centro de Derechos Humanos de Palestina, con sede en Gaza, indicó que 90 de los muertos son mujeres y 160 niños. Esperan que la resolución aprobada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para proteger a Palestina dé resultados.